#10 Cosas que me han hecho feliz estas semanas
Dos semanas de momentos grandes y pequeños, insignificantes y valiosos.
El primer café de cada mañana, en paz, con total calma y tranquilidad. Leer buen periodismo y recuperar un poco la confianza en que no todo está perdido. Comer unos donuts veganos y muy hipsters en Brammibal’s. Tirarme, a falta de trineo, con una valla por una colina nevada. Escuchar a Gregory Porter y a Keith Urban mientras llueve.
Ser consciente de que el tiempo pasa. Recomendar un libro y que tenga éxito. Para los interesados, fue Normas de cortesía, de Amor Towles. Leer Correo literario de Szymborska, y reírme y estremecerme a partes iguales ante su ingenio ácido. Volver al gran Mustafa’s Gemüse Kebap y confirmar que se puede tener una gran experiencia gustativa por muy poco dinero. Ver el ensayo de This is me, y seguir emocionándome como el primer día. Siempre pienso lo mismo al verlo: la grandeza no está en la actuación final, sino durante todo el camino hasta llegar a la meta.
Que se publique una reseña que escribí para Aceprensa. Comprarme un altavoz y poder escuchar Jazz con una calidad aceptable. Este regalo muy especial de una amiga muy querida, encargado a una artista de Berlín y que, cada vez que lo miro, me fascina un poquito más.
Las mañanas soleadas en una ciudad que parece no dar tregua en invierno. Una muy buena copa de vino y mejor conversación. Volver a bailar y que siga teniendo ese efecto adictivo en mí. Ser honesta conmigo misma y con otros en cuanto a cómo me siento. Poder trabajar en algo que me gusta. Leer a Cuartango. Saber detectar cuándo necesito un descanso. Físico, mental, de personas, del trabajo. Saber detectarlo y tomármelo. Soñar con Nueva York y que me llegue (por fin) la nueva edición del The New Yorker. Leer este texto de Rivka Galchen. Like the Yankees, New York needs no more fans, except in certain quarters.
Comer helado en la calle mientras nieva y experimentar contentment. Encontrar palabras en japonés que contienen en una única palabra toda una experiencia vital. Por ejemplo, Maemuki o Ishoukenmei. Ver pura y auténtica bondad en las personas. Apoyar a las publicaciones que verdaderamente merecen la pena como, por ejemplo, Melchior. Ir dando pasos en la dirección correcta. Comprar un vino de 3€ y que resulte buenísimo. Leer lo que el 2020 enseñó a Javier Aznar. Tomarme unas horas libres en el trabajo y empezar la mañana con calma. Poder reír mucho y completamente libre. La luz anaranjada del atardecer entrando por la ventana un miércoles.
Encontrar, por fin, paz.